Presencia en la red

Introducción

En la actualidad, nuestra presencia en la red se ha convertido en una extensión directa de nuestra identidad. No solo refleja quiénes somos en un plano profesional, sino también la forma en que interactuamos, participamos y dejamos huella en los distintos espacios digitales.

Egosurfing

Al buscar mi propio nombre (Emilio Solbes Alloza) en Internet, lo primero que aparece está casi todo relacionado con el fútbol.

En múltiples plataformas figuran mis datos deportivos, aunque escasos. Esto, en gran parte se debe a que el pasado octubre de 2024 fui convocado con el equipo de mi pueblo para disputar la histórica primera ronda de la Copa de SM El Rey, un hito que el club nunca antes había alcanzado.
Esa convocatoria generó registros en numerosas webs deportivas, por lo que hoy mi huella pública está muy vinculada a ese acontecimiento.

Además, debido a mis apellidos, también aparecen resultados relacionados con mi hermano, que igualmente está vinculado al mundo del fútbol, aunque en mayor medida que yo.

Hace años, cuando hacía este misma búsqueda por curiosidad, todavía encontraba resultados más variados y personales. Ahora, mi identidad digital pública está casi monopolizada por estas plataformas deportivas.

Identidad digital y huella online

Tal y como señala la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en la fuente que nos ha sido proporcionada, cada acción en Internet (una publicación, un comentario, un “like”) deja una huella digital que puede permanecer accesible durante años.

La AEPD advierte especialmente del riesgo de pérdida de control sobre los contenidos que compartimos: una vez publicados, pueden ser descargados o reenviados sin que seamos conscientes de ello.

Marco legal: RGPD

Esto está directamente relacionado con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que garantiza:

• el derecho a la protección de los datos personales,
• el control sobre su tratamiento,
• y la regulación de su libre circulación.

Aunque este marco legal actúa como protección, también nos recuerda la responsabilidad personal de gestionar con criterio la información que decidimos hacer pública.

Mi uso actual de las redes

Hoy utilizo mis redes principalmente de forma personal, aunque cada vez valoro más su potencial como herramienta profesional. Considero importante mantener un equilibrio entre:

• expresarme con naturalidad,
• proteger mi privacidad,
• y construir una identidad digital coherente y responsable.

Participar en comunidades digitales, aportar conocimiento y compartir contenido útil forma parte de cómo queremos posicionarnos en el entorno online.

Conclusión

Estar presente en la red ya no es opcional: es parte de nuestra vida contemporánea. Lo realmente importante es cómo gestionamos eso, qué huella dejamos y qué imagen decidimos proyectar. Ser críticos y conscientes nos permite navegar el mundo digital de forma segura.